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sábado, 7 de noviembre de 2009

Un gran sueño por fin hecho realidad


Es en la Universidad Federico Santa María , donde se trabaja en la formación del más importante Centro Científico-Tecnológico de Valparaíso


Proyecto encabezado por el académico del Departamento de Física de esta Casa de Estudios, Dr. Iván Schmidt, busca impulsar el descubrimiento de nuevo conocimiento en Física y el desarrollo de alta tecnología en Chile.


De hecho, ya trabajan con detectores de radón, material muy nocivo para el ser humano.


“En Chile no hay mucho desarrollo de la física experimental y ha habido un distanciamiento histórico entre la Física y la Ingeniería, que ha hecho que muchos de los desarrollos tecnológicos de alto nivel no se hayan podido concretar, y nosotros estamos tratando de contribuir a llenar ese vacío”.


Bajo esta premisa, el académico del Departamento de Física de la Universidad Santa María, Dr. Iván Schmidt, planteó la creación del Centro Científico-Tecnológico de Valparaíso, cuyo objetivo principal es impulsar el descubrimiento de nuevo conocimiento en Física y el desarrollo de alta tecnología en Chile, sobre las base del actual nivel de Física e Ingeniería existente en el país.

Y el Dr. Schmidt no está sólo en esta tarea. Muy por el contrario, “el Centro aprovechará las colaboraciones experimentales establecidas con la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) y las comprometidas con el Laboratorio Jefferson (JLab) de los Estados Unidos y apoyará también los esfuerzos que realizan los Centros de Innovación Tecnológica creados en 2007 por la USM”.

No obstante, según explica, aún necesitamos el apoyo de la Comunidad, específicamente de su Gobierno Regional, ya que

Será el impulso que aún falta para hacer de Valparaíso un verdadero polo científico, rompiendo las barreras del centralismo”.


Desde Valparaíso para el mundo El Centro tuvo su punto de partida gracias a la adjudicación de fondos en el Segundo Concurso del Programa de Financiamiento Basal para Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia de Conicyt, con un financiamiento por 5 años, de 2 mil 850 millones de pesos (47,5% del presupuesto total, otorgado por Conicyt), siendo uno de los proyectos más grandes que se han aprobado en la Universidad y en la región, puntualizó Schmidt.

“Nuestra idea es que se pueda fortalecer dentro de la Universidad y en el país, partiendo en la Universidad, los desarrollos que provengan de la física experimental con el objetivo que éstos puedan contribuir a transferencia tecnológica, a programas de innovación y distintos tipos de tecnologías que salen del CERN y otros grandes centros mundiales”,
dijo el académico.

“Sin el desarrollo de la física experimental, es más difícil que se pueda hacer innovación tecnológica de alto nivel, pues tiene una enorme conexión con la Ingeniería. Este proyecto en particular pretende influir fuertemente en la región, haciendo ciencia y tecnología de primer nivel internacional, pudiendo de esta manera captar gente que va a llegar a investigar, a trabajar o a realizar pasantías, influyendo en la juventud con desarrollos importantes, aunque nuestra aspiración es lograr un impacto global que eventualmente pueda también aplicarse a problemáticas específicas de cada zona. No existe una ciencia local, pues hoy en día todo está asociado”.

El Centro plantea convertirse en un referente nacional en cuanto a generación de empresas de spin-off y negocios en el ámbito de alta tecnología y proyecta impactar en la formación avanzada de científicos e ingenieros, especializados en tecnologías de frontera, aprovechando los desarrollos en imagenología médica con base en los detectores que actualmente desarrolla.

En particular, los detectores en base a silicio, empleados en el proyecto, tienen frente a sus antecesores en base a tubos al vacío la ventaja de que son mucho más pequeños en tamaño, más sensibles, de mayor espectro, más resistentes a esfuerzos mecánicos y por ende más económicos, lo que abre muchas aplicaciones antes no viables.

“Así, las aplicaciones relevantes para Chile, se encuentran en la minería para ubicar uranio, petróleo y fuentes de energía geotermal, para la predicción de sismos y en el área de los alimentos. Las aplicaciones en la minería y la sismología hacen uso de la capacidad de detección del radón que emana de grietas subterráneas y es muy nocivo para el ser humano y presenta máximos de radiación, cuando se avecinan grandes temblores.
Los resultados aún son muy inexactos, pero podrían mejorar con el incremento de puntos de medición y recolección de valores históricos. La medición de radón también merece consideración, para evaluar la habitabilidad de un sector. Además, vislumbramos gran cantidad de aplicaciones en medicina, como mejores escáneres y otras”, sostuvo el académico.


Reportaje tomado de Universia , fuente: UTFSM

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