Cuando uno entra a Santiago , a traves de la linda costanera que bordea el río Mapocho ....de pronto uno ve un grupo de casas marginales , donde un tremendo cartel anuncia : "Este es el Chile que no se quiere ver "....aparece el grupo de casas pobrísimas, no son casas, ni es un campamento, son cajones construidos con palos, cartones, neumáticos....
Cuantas escenas de pobreza nos tocará ver...que importante es formar a nuestros hijos en el servicio hacia lo más desposeídos.
A mi hijo le costó entender que servir al más pobre es crecer por dentro, ser empático, sentir con el que no tiene nada, no es caridad por hacer bien, es ir , estar con el más pobre, escucharlo.Muchas veces nos encontramos con casos en los que ellos mismos desean estar así...como el ingeniero que al perder su familia en un verano, decide aislarse y enajenarse por completo en las calles, desaparecer para no revivir los recuerdos...¿donde estaba su familia que no lo contuvo ?...la familia desapareció, ya no estaba. O aquel que cuando niño era maltratado y decidió escapar y ser feliz, viviendo el día a día , no faltándole jamás la comida , ni el abrigo...precarios pero solidarios entre cientos de perros que lo acojen y lo protejen.
Historias increíbles que se tejen día a día cuando extiendes el plato solidario de un almuerzo exquisito brindado solo con el afán de compartir con el más solicitado, esa es parte de la obra que se realiza en el Seminario San Rafael...por los niños, aunque no siempre alcanza para todos y hay algunos que ya no estan.
Las oraciones , no importando de que religión son , son necesarias en un mundo cada vez más desprovisto de piedad...nunca hay que olvidar lo que se nos enseñó desde niños, cada pensamiento influye en este mundo.
NUNCA DEBEMOS OLVIDAR A TODOS LOS QUE SUFREN EN ESTE MUNDO ....
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